jueves, 10 de octubre de 2013

No te hagas estatua ni imagen alguna, explicación católica. sacada de una publicación de facebook




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“No te hagas estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses” (Ex. 20, 4-5) No es ajeno para nosotros los Católicos encontrarnos con personas de otras denominaciones cristianas que, en vez de mirar lo que tenemos en común para buscar la unidad y la fraternidad, buscan lo que nos separa para continuar la campaña de odio (sentimiento anti-cristiano) hacia nuestros modos de rendirle culto al único y verdadero Dios. Una cita bíblica que usan hasta la saciedad es la que precede este escrito tomada de Éxodo 20, 4-5. Y, como todo texto fuera de contexto sirve como pretexto, quiero compartir con ustedes mi reflexión al respecto. Antes de comenzar, miremos la imagen que acompaña este escrito. ¿Qué vemos? ¿A quién representa la imagen del crucifijo? ¿Es Él un dios ajeno hecho por manos de hombres? Ya que tuviste tiempo de mirar la foto y responder las preguntas, me imagino que tendrás curiosidad de saber por qué utilicé esa foto. Pues, esta es la misma foto que una página utiliza para ilustrar lo que Dios prohibió ya que, según ellos, en el Éxodo Dios lo que está prohibiendo es todos “los ídolos, imágenes y muñecos de oro, plata, yeso, etc. que se encuentran en los templos católicos”. ¡¿Cómo dije que dijeron?! Así mismo, según ellos, esa prohibición es para los Católicos que no estamos obedeciendo a Dios, pues tenemos esos ídolos en nuestros templos. Pero, como dije, todo texto fuera de contexto es un buen pretexto y muchos protestantes han utilizado este argumento para poner “entre la espada y la pared” a muchos católicos. Primeramente hay que ver qué dice el texto específicamente: “NO TE HAGAS estatua ni imagen alguna”. Es decir, no te las inventes, no te las fabriques. Eso es lo que estaban haciendo los israelitas, al ver que Dios, el ÚNICO y VERDADERO Dios tardaba en responder y Moisés no llegaba, se inventaron y se fabricaron sus propios dioses, o sea, sus ídolos. Se hicieron un becerro de oro que nada tiene que ver con el culto de adoración a Dios, pues ese becerro no tenía relación alguna con Él, y a esa imagen fabricada, a ese ídolo, le estaban rindiendo el culto de adoración que solamente estamos llamados a brindarle a Dios. Luego, el texto especifica de qué no se fabriquen las imágenes: “de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra y en las aguas debajo de la tierra”. Ahora bien, si miramos el contexto histórico de cuando Dios hizo esta prohibición, veremos que los israelitas se fabricaron un becerro (lo que hay abajo en la tierra), mientras que otras culturas que podían llegar a tener influencia en el pueblo de Israel, como los egipcios, le rendían culto y adoración al sol, a la luna, a las estrellas (lo que hay arriba en el cielo). Si incluímos en este grupo de “lo que hay arriba en el cielo” a los ángeles, arcángeles, la comunión de los santos, tendríamos que llegar a pensar que Dios les hizo una mala jugada a los Israelitas, pues en el mismo libro del Éxodo Dios le da unas instrucciones específicas a Moisés: “Asi mismo, harás dos querubines de oro macizo, labrados a martillo, y los pondrás en las extremidades del Lugar de perdón, uno a cada lado” (Ex. 25, 18). O sea, ¡Dios mismo le pidió a Moisés que hiciera dos querubines! Entonces, ¿qué diferencia hay entre este “harás” y el “no te hagas” de la prohibición? En el que el “harás” refiriéndose a los querubines es la imagen de unas creaturas que guardan relación con el culto al verdadero y único Dios, los querubines están en el Cielo junto a Él y ellos no se oponen, no ostentan ocupar el lugar, ni interfieren con la adoración única y exclusiva que se le debe a Dios. Sin embargo el “no te hagas” se refiere a la fabricación de imágenes a las cuales por la invención, imaginación o superstición del ser humano se le ha dado el lugar que le corresponde a Dios y por, ende, se han vuelto en un sustituto del verdadero Dios. Por eso es que se conocen como “ídolos”, pues se les considera dioses en sí mismos. Y hablando de ídolos, la prohibición termina diciendo: “No te postres ante esos dioses”. Tal cual, si entendimos lo anterior, esta última parte no necesita de mayor explicación: No hay que postrarse ante esos dioses, es decir, ante esos ídolos fabricados por la imaginación del ser humano que los llevan a dar culto a otras cosas menos al único Dios verdadero que es el único digno de recibir toda adoración y alabanza. Ahora bien, volvamos a la foto. Ahí tenemos un crucifijo, es decir, la imagen de Cristo crucificado con un subtítulo que dice: “No más idolatría”. Pero, ¿será Jesucristo una imagen fabricada por el hombre? Ni siquiera en su concepción tuvo participación de hombre, fue concebido virginalmente en las entrañas de María por obra y gracias del Espíritu Santo. Dios Padre, envió a Dios Hijo a encarnarse en la Virgen María por medio de Dios Espíritu Santo. Una obra de la Santísima Trinidad, Un Solo DIOS VERDADERO. Por tanto, Jesús es la imagen encarnada del mismo Dios realizada por Dios mismo. Jesús NO es un ídolo, es el Dios Hijo, el Único y Verdadero Dios. Por tanto, ahí vemos en la foto una total ignorancia sobre la identidad de Jesucristo, Verdadero Dios y verdadero Hombre. Y yo me pregunto: Si las imágenes de Jesucristo son idolatría, ¿por qué se incluyen dibujos y láminas de Jesús y los personajes del Antiguo Testamento en muchas publicaciones de los mismos cristianos-protestantes que acusan a los católicos de idólatras por tener imágenes y cuadros de Jesús y los santos en nuestras casas y templos? De hecho, en la parte superior de la foto, a la izquierda, podemos notar la imagen del pescado o “ICHTHUS” que es la imagen que utilizaron los primeros cristianos para identificarse como seguidores de Jesucristo y pregunto: ¿no es el pescado una de las cosas que está “en las aguas debajo de la tierra”? Hay que ser o frío o caliente, pero no podemos andar tibios y diciendo “Sí” cuando es “No” y “No” cuando es “Sí”. ¿Por qué las imágenes de los Católicos no pueden ni deben ponerse en paralelo con los ídolos prohibidos en este mandato? Porque, primeramente, las imágenes de Jesús no representan a nadie más que al Dios y Hombre verdadero que se encarnó para redimirnos. Es cierto que de Dios nadie puede hacer una imagen porque a Él nadie lo ha visto, pero Jesús le dijo a Felipe: “Quien me ha visto a mi, ha visto al Padre”. Y al Jesús ser un hombre de carne y hueso, es posible tener una foto o pintura de Él, por tanto, no estamos fabricando nada, si no que tenemos esas imágenes (fotos) de las diversas etapas de la vida de Jesús que nos ayudan a centrarnos a la hora de orar y adorar a Dios. En cuanto a las imágenes que nosotros tenemos de la Virgen María y de los otros Santos, tampoco son fabricadas por nuestra imaginación o por nuestra voluntad de tener algo que sea mayor que Dios. Estas imágenes, como ya establecí con Jesucristo, tienen el valor y la función que tienen las fotografías en nuestros álbumes familiares. En las imágenes de los santos, los Católicos no vemos semi-dioses o dioses como veían los israelitas en el becerro, nosotros vemos hermanos y hermanas nuestros que fueron fieles en su vida y recibieron la gracia de Dios de vivir en santidad y con su recuerdo nos animan a seguir adelante confiando en que nosotros también somos capaces de recibir las gracias de Dios para poder vivir en santidad. Y estando en el cielo, cerca de Dios, ellos siguen como Iglesia Triunfante adorando a Dios y orando por todos los que somos miembros de la Iglesia, seguidores de Jesucristo. A través de la historia de estos santos reconocemos el poder de Dios y le rendimos culto y adoración NO a la persona sino a Dios que ha obrado maravillas en ellos y así mismo pedimos y esperamos que las obre en nosotros. Si se les hace difícil entender esto, vayamos al libro de los Números y leamos qué le dijo Dios a Moisés: “Haz una serpiente de bronce y ponla en un palo y todo el que la mire sanará” (Núm. 21, 8 ). Dios mandó a hacer una serpiente (de hecho, una serpiente es algo de “lo que hay abajo en la tierra”), y le dice que todo el que mire la serpiente sanará. Pregunto, ¿de dónde viene la sanación: de la imagen de la serpiente o de Dios? ¿Cuando la gente miraba a la serpiente, la veía como un objeto milagroso que por sí mismo los sanaría o la veían como un signo visible del poder de Dios? Si tener un objeto visible que nos ayude a enfocar nuestros sentidos en el poder infinito de Dios que es el único que puede realizar milagros es un pecado, no entiendo cómo Dios mismo mandó a hacer esta serpiente. Creo que el paralelo con nuestras imágenes es más que evidente. Hermanos Cristianos-Católicos, no se dejen desviar por las dudas, amen su fe, vivan al máximo su religión, vivan al máximo su fe, con todos los recursos que nos provee en su sabiduría nuestra Madre Iglesia. No tengan miedo de expresar públicamente sus devociones y los signos de nuestra FE. Hermanos Cristianos de otras denomaciones que leen este escrito, Jesús oró al Padre para que nosotros fueramos uno cómo ellos son Uno, busquemos lo que nos une y antes de señalar, juzgar y condenar, conozcan un poco más sobre nuestra Iglesia, Iglesia de la cual me siento muy orgulloso de ser su Sacerdote. Dios les bendiga.

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