miércoles, 17 de septiembre de 2014

Eduquemos en el presente, los niños y jóvenes no son el futuro, son lo que nosotros formamos hoy.

Frente a la ola de violencia que acapara nuestra sociedad es necesario despertarnos. Veamos el presente, no es nada alentador, y menos lo sería el futuro. 
Es triste, es lamentable ver en el noticiero hechos de violencia que ya no son protagonistas solo adultos sino también lo son ahora niños y adolescentes. Robos, peleas, asesinatos, suicidios por mencionar algunos. 
Es en la familia donde se siembra la semilla y si le hechamos tierra fértil de amor, buenos ejemplos, buena educación y buenas costumbres, la sociedad sembrará ciudadanos honestos, responsables, capaces y por ende tendremos un país seguro y justo.
Los jóvenes no son el futuro, son el presente, el hoy, el ahora. Es urgente darles atención, es urgente brindarles amor, que ellos tengan ejemplo de valores como la honestidad, el respeto, la solidaridad, la tolerancia. 
Depende de nosotros como padres, encargados o tutores la integridad de nuestros niños y jóvenes, preparemosle para el mañana empezando desde hoy, con amor, si es necesario reprendamos sus malas acciones pero hagamoslo hoy para que no tengamos que lamentar mañana las consecuencias de la conducta negativa de nuestros hijos.